domingo, 24 de enero de 2010


Boleta de calificaciones


Era miércoles, 8:00 a. m., llegue puntual a la escuela de mi hijo. - No olviden venir a la reunión, es obligatoria - fue lo que la maestra había dicho un día antes. - ¡Pues qué cree la maestra! ¿Qué cree que podemos disponer del tiempo a la hora que ella diga? Si supiera qué importante era la reunión que tenía a las 8:30 A.M... de aquí dependía un buen negocio y... ¡tuve que cancelarla! Ahí estábamos todos, papás y mamás, la maestra empezó puntual, agradeció nuestra presencia y empezó a hablar. No recuerdo qué dijo, mi mente estaba pensando cómo resolver lo de ese negocio, probablemente podríamos comprar esa nueva televisión con el dinero que recibiría. - Juan Rodríguez!... escuché a lo lejos. ¿No está el papá de Juan Rodríguez? dijo la maestra. -Sí aquí estoy- contesté pasando a recibir la boleta de mi hijo. Regresé a mi silla y me dispuse a verla. - ¿Para esto vine? ¿Qué es esto?..- La boleta estaba llena de seises y sietes. Guardé las calificaciones inmediatamente, escondiéndola para que ninguna persona viera las porquerías de calificaciones de mi hijo. De regreso a casa aumentó más mi coraje a la vez que pensaba...., ¡si le doy todo! ¡Nada le falta ¡Ahora sí le va a ir muy mal!... Me estacioné y salí del carro, entré a la casa, azoté la puerta y grité ...¡Ven acá Juan! Juan estaba en su recamara y corrió a abrazarme. - ¡Papá!... - ¡Qué papá ni que nada!- Lo retiré de mí, me quité el cincho y no sé cuantos golpes le di, al mismo tiempo que decía lo que pensaba de él. ¡¡¡¡ Y te me vas a tu cuarto!!! - terminé. Juan se fue llorando, su cara estaba roja y su boca temblaba. Mi esposa no dijo nada, sólo movió la cabeza negativamente y se fue a la mesa a escribir. Cuando me fui a acostar, ya más tranquilo, mi esposa me entregó la boleta de calificaciones de Juan, que estaba dentro de mi saco y me dijo - Léele despacio y después toma tu decisión- Ésta decía así... BOLETA DE CALIFICACIONES "PARA EL PAPÁ" Tiempo que le dedicas a tu hijo - Calificación 1. En conversar con él a la hora de dormir 6. 2. En jugar con él 6. 3. En ayudarlo a hacer la tarea 6. 4. En salir de paseo en Familia 7. 5. En contarle un cuento antes de dormir 6. 6. En abrazarlo y besarlo 6. 7. En ver la televisión con él 7 El me había puesto seises y sietes, yo me hubiera calificado con menos de cincos. Me levanté y corrí a la recamara de mi hijo, lo abracé y lloré..., Quería regresar el tiempo, pero era imposible. Juanito abrió sus ojos, aún estaban hinchados por sus lágrimas, me sonrió, me abrazó y me dijo: ¡te quiero papá! Cerró sus ojos y se durmió. Ojalá este relato, que no es extraño para muchos de nosotros, sea ese REMEDIO, que nos haga despertar y darle el VALOR a lo que realmente es de valor para nosotros Hay que sonreír, porque tenemos vida, hay que estar alegres porque se nos concede un año más, tal vez sea el momento de cerrar los ojos, decir gracias y pedir fuerzas para fortalecer nuestra armadura y remover asperezas que en ella se quedaron, es el momento de decir al enemigo con una sonrisa "hola" y a mis amigos les mando un gran abrazo, Dios bendiga lo que se fue y nos cuide de lo que viene.

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